Una casa no son solo cuatro paredes, una casa habla de la personalidad de quienes viven ahí, de cómo se relacionan, de cómo viven.
Este piso de 90 m2 partía de la premisa de abrir la cocina al salón. Con ello se consigue una unidad, equilibrio y armonía con el resto de la casa. Haciendo que cada rincón sea estudiado y adecuado a las necesidades estéticas y funcionales del cliente.